Bitácora de reflexión 1

La historia es una cadena de eventos donde cada eslabón está relacionado con uno adelante y uno atrás: cada suceso tiene consecuencias más adelante y causas atrás. La Segunda Guerra Mundial está fuertemente ligada con la primera, llegando a ser considerada como una atroz consecuencia de esta. Lo cual resulta irónico, puesto que el tratado de Versalles suponía evitar una guerra tan abrasadora como la Gran Guerra en el futuro; sería el resultado de la guerra y las medidas tomadas lo que prepararía el terreno para una guerra aun más catastrófica y sangrienta que la anterior.

Ninguno de los países involucrados, incluso los agresores, estaba preparado para la guerra: era un tipo de conflicto nunca visto y el avance tecnológico volvió al conflicto exponencialmente más brutal e inhumano. Cuando todas las potencias participantes en una guerra tienen a su disposición armas capaces de liquidar miles de soldados en segundos, nadie quiere ser el primero en actuar y arriesgar terminar bajo fuego enemigo, por lo que la Gran Guerra estuvo en “pausa” y se extendió por mucho más tiempo de lo esperado.

Estos costos de guerra dejaron a los países involucrados con economías inestables y desesperados por evitar un enfrentamiento parecido en el futuro. Sin embargo, esta misma desesperación y rencor por las bajas experimentadas harían a las potencias vencedoras decidir castigar y controlar a Alemania al prohibirle poseer un gran armamento militar, un ejercito mínimo y se le privó de sus colonias. Además de estas imposiciones, el pueblo alemán sufrió una crisis al finalizar la guerra. Las acciones drásticas impuestas sobre Alemania, así como los acuerdos y organizaciones poco eficaces hicieron una segunda guerra inevitable.

La Segunda Guerra Mundial fue iniciada por Alemania, Japón e Italia por la insatisfacción de los resultados de la Primera Guerra Mundial. Varios eventos, justificados bajo ideologías expansionistas, lideraron el camino hacia el conflicto. Principalmente, la invasión de Manchuria, Etiopía y Austria. La guerra comienza oficialmente en 1939 con la invasión alemana de Polonia. El avance alemán fue rápido y seguro, sin embargo, esta racha de victorias fue detenida por el intento de invasión alemana a Rusia. Por otro lado, la expansión de Japón por el sureste de Asia alarmó a los Estados Unidos, y con el ataque japonés a Pearl Harbor, Estados Unidos decidió entrar al conflicto. Estos dos eventos fueron decisivos para la conclusión de la Segunda Guerra Mundial. Los aliados lograron ganar contra una Alemania debilitada, sin embargo, fue hasta el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki que Japón se rindió y la victoria fue total.

Ambas guerras son un recuerdo reciente de lo terribles que son los conflictos y de lo que es capaz la crueldad humana. Aun hay recordatorios de estos eventos; de los millones de personas que perdieron su vida, tanto soldados como ciudadanos, así como ex prisioneros de guerra. Las atrocidades cometidas por Alemania contra la población judía, y de Japón contra China y Corea son eventos que han dejado una mancha irreversible en la historia de la humanidad. Sin embargo, los crímenes de guerra no son el único problema, si no también los costos de esta. La guerra afecta tanto a vencedores como a derrotados, sin embargo, uno puede aprender de sus errores, pues para eso existe la historia. Se intentó evitar una segunda guerra, pero fue un fracaso, ahora solo queda esperar que evitar una tercera no sea imposible y que tengamos éxito esta vez.

¿Qué rol juega la historia cuando se trata de explicar el mundo actual?

Todos los acontecimientos del presente son consecuencias del pasado, la mejor forma de comprender nuestro presente es analizando nuestro pasado. Todos los eventos que han pasado están relacionados con nuestro presente y son lo que nos hacen lo que somos hoy en día. Por ejemplo, actualmente las relaciones entre China y Japón son bastante carentes y hasta cierto punto hostil. La razón podría ser un misterio, sin embargo, si analizamos la historia entre estos dos países, podemos relacionar la invasión japonesa a China y los crímenes de guerra causados a los ciudadanos chinos por parte del ejercito japonés (la Masacre de Nankín, las mujeres de consuelo, los experimentos humanos hechos a niños, mujeres y hombres por el escuadrón japonés 731, etc.) con el presente.

¿Para qué sirve la historia?

La historia sirve para conocer nuestras raíces, lo que nos conforma hoy en día y nos ayuda a crear un futuro mejor. Si no se aprende de la historia, se está condenado a cometer los mismos errores del pasado. Asimismo, la historia llega a ser un aspecto clave en la cultura, y al conocer la historia de alguien más, se llega a un entendimiento más profundo de dicha persona. La historia es la explicación de todo lo que ha pasado y lo que sucede ahora, si uno la estudia y emplea su conocimiento, se vuelve arquitecto de su propio futuro.

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